jueves, 15 de agosto de 2019

LA DEUDA CON EL AMIGO AMERICANO


 Al finalizar la IIGM, la dictadura franquista vivió un período de cierto aislamiento internacional, debido a su clara alineación con el bando derrotado. Lo de la neutralidad era un cuento chino, ya que un país neutral no proporciona apoyo logístico a unidades militares (aprovisionamiento y reparaciones a submarinos alemanes en puertos españoles), ni manda fuerzas a un frente abierto bajo bandera propia (División Azul, frente oriental), ni construye fortificaciones frente a una posición de una de las naciones beligerantes (búkeres frente a Gibraltar en la Línea de la Concepción), ni firma un tratado de amistad con Alemania (Burgos,  31 de marzo de 1939) ni se adhiere al Pacto Anti Komintern de Alemania, Italia y Japón, entre otras muestras de clara afinidad. Otra cosa es que la colaboración no fuese a más debido a la falta de acuerdos entre Hitler y Franco y que los aliados empezaran a presionar diplomáticamente a partir de 1942. Lo de presentar a Franco como un líder preocupado por su pueblo que supo mantener a España fuera de la contienda mundial e introducirla en el concierto de las naciones es un cuento que contrasta con los elogios públicos a nazis y fascistas todavía en 1942 y con su fe en que Alemania pudiera dar la vuelta a la guerra en la contraofensiva de las Ardenas, en 1944. Eberhard von Stohrer, que fuera embajador alemán en Madrid  de 1937 a 1942, comentó en una ocasión que no era de extrañar que Hitler hubiese llegado a la conclusión que España resultaba más útil a Alemania enmascarada de supuesta neutralidad que como aliado beligerante. Bastante escaldado estaba el dictador alemán de cargar con un aliado pobre como Italia, que le obligaba a gastar recursos para suplir sus carencias y pocas ventajas le reportaba. ¿Para qué echarse a la chepa otra carga más, mientras con la “neutralidad” tenía asegurado apoyo logístico para sus submarinos y una vía para burlar el bloqueo naval británico?

 No nos engañemos. Durante la IIGM el gobierno franquista fue pro-nazi y si España no fue un estado más del Eje fue por su lamentable situación material, que la invalidaba como fuerza militar efectiva,  y porque del modo en que estuvo sirvió mejor a los intereses del III Reich.

 Lo más grave es que finalizada la guerra siguió siendolo pro-nazi. Una lista de huidos buscados por el Consejo de Control Aliado que fue remitida a Franco con la exigencia de su entrega, fue ignorada. Agentes nazis e incluso criminales de guerra usaron España como via de escape a otros lugares o incluso hallaron aquí refugio. Las autoridades franquistas se mantenían al margen en algunos casos, mientras en otros protegían activamente a ciertos sujetos.

 El 12 de diciembre de 1946, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Resolución 39, por la que se afirmaba que el régimen franquista era de carácter fascista y se le declaraba cómplice de las potencias del Eje, lo que en justicia era absolutamente cierto. Se excluía a España de los organismos internacionales y se recomendaba a los estados la retirada de embajadores. Sin embargo, la repercusión de esta medida fue mínima.

 El mundo cambiaba, de la guerra emergía un nuevo equilibrio entre las naciones, con EEUU como líder indiscutible y existía un nuevo enemigo: la Unión Soviética, al que había que neutralizar a toda costa. La posición estratégica de la Península Ibérica en el nuevo mapa geopolítico motivó la presión de EEUU y sus aliados para que el 4 de noviembre de 1950 la ONU revirtiera la Resolución 39. En 1953 se firmarían los Pactos de Madrid, por los que EEUU tomaría el control de las bases aéreas de Zaragoza, Torrejón de Ardoz y Morón y de la base naval de Rota a cambio de créditos para la adquisición de bienes de primera necesidad y de la cesión de material bélico de segunda mano. Así, siendo un activo estratégico al servicio de EEUU al que no se le dio el carácter de aliado formal, consiguió el régimen de franco salir del aislamiento y ser aceptado en el concierto de las naciones. El mismo régimen que enviase hombres a luchar bajo la esvástica, el mismo régimen que diese cobijo a los submarinos que hundían centenares de mercantes en el Atlántico, el mismo régimen que dejó de morir a 4.427 españoles (que se sepa) en los campos de concentración de Hitler. Gracias a EEUU, un régimen dictatorial que se alinease con nazis alemanes y fascistas italianos se perpetuaba en el poder hasta la muerte del líder. Gracias a EEUU el franquismo dispuso de décadas para infectar las fibras de este país hasta el tuétano y sobrevivir hasta hoy.

 Menuda deuda histórica tienen los fraquistas españoles de hoy, los declarados y los de tapadillo, con el amigo americano.

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