sábado, 10 de marzo de 2012

MACARRAS VIRTUALES (y II)


 Probablemente habrá quien, habiendo leído hasta ahora, considere el tema como frívolo y no se avenga a seguir leyendo. Pido paciencia. Mi gusto por estos juegos sólo es el telón de fondo de la historia. Lo que tiene miga es el comportamiento de los jugadores en línea. A ver, Need for Speed World es un entorno virtual creado para que la gente se divierta compitiendo, pero la voracidad con que gran parte del personal se mueve dentro de ese entorno es escalofriante. La agresividad verbal en los mensajes de chat y la física en las carreras es moneda corriente. Si puedo mandarte a tomar viento de un golpe en el lateral o por detrás lo hago sin problema. Se supone que la gracia del juego es competir en igualdad de condiciones, demostrarte que eres más hábil que el otro, ir perfeccionando la propia habilidad a medida que se progresa en el juego y se accede a nuevas pruebas. Pero no, para muchos el tema consiste en ganar, aunque el uso de las herramientas a las que ya he mencionado reste todo mérito a la victoria. Has ganado con la total ausencia de oportunidades para los otros corredores que dificilmente podrán alcanzarte, los has echado de la carretera y te has perdido de vista antes de que ni siquiera hayan podido darse cuenta de lo que ha pasado. Es una victoria robada. Es mentira. Sin embargo el número de jugadores que usan estas ayudas marrulleras es abrumador. Puede haber hasta cuatro y cinco en carreras de ocho (máximo número de corredores por carrera que admite el juego).

 Por eso me compré los dos coches. Se necesitan caballos de potencia y una buena suspensión para enfrentarse a estos indeseables y tener una oportunidad. También se necesita un poco de habilidad. Modestia aparte, no se me da mal. No pocas veces he ganado a estos mindundis gracias a lo cojonudos que son mis coches y a saberme los circuitos casi de memoria para tener claro en qué momento hay que frenar y acelerar para trazar una determinada curva eficazmente, sin perder tiempo (no olviden que ya conozco los escenarios de juegos anteriores). Pero la compatencia es dura y estos tíos son despiadados. Se complacen en ir a por ti a machacarte… y cuando lo consiguen se regodean.

 Hay otro aspecto a tener en cuenta. Los programadores del juego buscan continuamente como inhabilitar estas argucias y echar a quienes las usan, pero continuamente salen nuevas herramientas para burlar los sistemas de seguridad. Se necesita mucho tiempo para mantenerse al día y buscar en la red el último programita. ¡Estos tipos deben pasarse la vida entera delante del ordenador! ¿Qué pasa? ¿No estudian? ¿No trabajan? ¿No tienen familia? ¿No tienen amigos? ¿Tan vacías son sus vidas que dedican horas y horas sólo para poder jorobar al personal en un entorno donde no van a tener que asumir consecuencias? ¿Tan frustrados están? No son forofos del Need for Speed. Eso lo soy yo, que me complazco en jugar limpiamente y sé reconocer la habilidad de un tío que corre mejor que yo (que son muchos).

 Si estos sujetos hiciesen en la vida real lo que hacen en el entorno virtual de la ficticia ciudad  de Palmont (un decorado que parece salido de una peli, con su barrio chino y todo) estarían en la cárcel. Y ahora surge la pregunta inquietante: ¿harían en la vida real lo que hacen en el juego si tuviesen la seguridad de que no van a sufrir consecuencias? Hace algunos meses detuvieron en Málaga a un tío que arrolló a varias personas y vehículos con su BMW.  Ese se olvidó que hay que asumir consecuencias… o se creía tan hábil que pensó que no le iban a pillar. No sé si jugaba al Need for Speed. Lo que sí está claro es que se trataba de un animal. Pues como ese hay muchos, sólo que encubiertos, reprimidos por el miedo. En el anonimato de la virtualidad se quitan la careta.

 Hasta para ser un golfo informático hay que tener cierta ética. Piratear códigos bancarios y desvalijar cuentas está muy mal (conmigo lo han hecho, pero por suerte mis números suelen ser rojos), piratear cuentas del facebook o el correo está muy mal, es enfermizo. Hackear un juego en línea para molestar a los demás usuarios es una falta de civismo y señal de que en tu mente hay algún muelle flojo, cuyos efectos sin duda estarán invadiendo otros ámbitos de tu vida. Yo me contento con descargarme alguna peliculilla y poco más. Hace poco pirateé el Windows 7 y me sentí un poco mal (XD). Se me quitó todo al ver el yate del segundo de Bill Gates atracado en el puerto de Málaga. Menudo hijo de perra.

 Pues aquí sigo. Corriendo con mis cochecitos. Invito a cualquiera que se me quiera unir. Mi alias es DOGGIIIX, así que nos vemos en Palmont. O al menos nos veremos hasta que les deje atrás y sólo vean mi trasera. Je, je…

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