domingo, 6 de enero de 2013

COCO PARA DIRECTOR DEL FMI

 Leyendo las noticias en internet el otro día mientras mi organismo procesaba las   aguas mayores (gracias a los smartphones, la red invade incluso los tradicionales remansos de paz) leí una noticia que me provocó, tras una intensísima indignación,  un incontenible ataque de hilaridad rayana en lo histérico. Al parecer Olivier Blanchard, economista jefe del Fondo Monetario Internacional (Doctor en Economía por el Instituto Tecnológico de Massachusetts, profesor en esta institución y en la Universidad de Harvard, consultor de la Reserva Federal de Estados Unidos, etc.) va y suelta que se ha cometido un error presionando tanto a las economías europeas con la necesidad de medidas de austeridad, ya que no se previó su negativo efecto  en el aumento del paro y en la caída del consumo privado.  
 Oigan ¿hay que ser un gurú de la economía para llegar a esta conclusión?
No sé si recuerdan a Coco, ese simpático monstruito azul del inolvidable “Barrio Sésamo” que se dedicaba a enseñar a los niños las cosas que son de cajón, como la diferencia entre delante y detrás o arriba y abajo. Pues bien, me parece a las mentes pesantes del FMI (institución entre cuyos objetivos se cuenta el de reducir la pobreza –risas de fondo-) les vendría bien una sesión con Coco. A saber:
 -¡Hola, amigos! Soy vuestro amigo Coco.
 -¡Hola, Coco!- responden a coro Blanchard y sus amiguitos, todos en impecable traje sastre.
 -¿Queréis aprender hoy?
 -¡Síííííííííííííí!
 - Hoy os voy a explicar cómo las medidas de austeridad típicas de liberalismo se cargan una economía con problemas- Blanchard y sus amiguitos resoplan todos a la vez poniendo cara de fastidio.- ¡No, no, es divertidísimo! Mirad, si reduces gastos sociales a tutiplén, congelas los sueldos de los funcionarios y las pensiones y aumentas los impuestos sobre el consumo y sobre la renta y otras cosillas así resulta que la gente tiene menos dinero para gastar y el caso es que, unos porque no pueden y otros porque quieren ahorrar por lo que pueda pasar, se compra mucho menos, la industria vende menos y como al puto empresario no le da la gana reducir sus márgenes de beneficios la solución es echar gente a la calle, ahora que el despido está más barato. Así hay que pagar más subsidios, el Estado se agobia más y busca donde recortar más, la gente cada vez es más pobre y todos nos vamos a la mierda. ¿A que es genial?
 Blanchard y sus amiguitos ponen los ojos como platos, luego se miran a los zapatos bruñidos como espejos mientras se muerden el labio con cara de ¡me han pillado! La han cagado, pero bien.
 Miren, ya he dicho alguna vez en este blog que no pretendo dármelas de lo que no soy. No tengo ni puñetera idea de macroeconomía, pero la cuenta de la vieja es la cuenta de la vieja aquí y en Pekín. Tengo la impresión de que cualquier ama de casa habituada a dar de comer a cuatro durante un mes con lo que otros se gastan en una cena para dos podría hacer una gestión más eficaz que todos estos señores encorbatados con posgrado, máster  y VISA oro incrustada de diamantes. Al menos hasta que recibiera una visita de un señor muy serio que echándole el brazo por encima le dijese “oye, guapa, la gente a la que represento, gente muy importante, está muy disgustada con tu gestión ¿Quién te ha dicho que tu trabajo consiste en hacer que los pobres sean un poco menos pobres a costa de que los ricos sean un poco menos ricos? El mundo funciona justo al revés, bonita. Lo contrario es el comunismo y eso es malo, muy malo”.
 De la seriedad del FMI da idea el hecho también el hecho de haber tenido tres años como director gerente a un personaje de la talla de Rodrigo Rato. Por cierto, ahora que han nombrado a este señor asesor de Telefónica habrá que revisar la factura con más atención. Que Dios nos pille confesados.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario

HITLER, EL INCOMPETENTE