Ahora que finaliza otra semana
santa descubro con estupor en los medios, como de costumbre voy con retraso,
que una organización denominada Asociación Madrileña de Ateos y Librepensadores
(AMAL) y otras agrupaciones de similar corte había convocado una marcha de
protesta contra los privilegios de la iglesia católica en España, como el ir a
recibir durante el año 2013 alrededor de 13 millones de euros al mes con cargo
a las cuentas públicas. Lo verdaderamente curioso del asunto es que pretendían
manifestarse el jueves santo. Es el tercer año consecutivo que lo intentan y el
tercer año consecutivo que se les niega por las autoridades.
Ignoro el fervor con que se vivirá la semana
santa en Madrid, pero sí aquí en Málaga una manifestación saliese a la calle
coreando consignas contra la iglesia en pleno jueves santo con los legionarios
trasladando el Cristo de Mena podrían pasar dos cosas: o bien nadie les hacía
ni puñetero caso o la multitud les apedreaba no tanto por un fervoroso
sentimiento católico como por estropear la estampa. Los organizadores de la marcha dan como motivo
de la pretensión de manifestarse en tan señalada fecha “denunciar que nadie
puede manifestarse en este país en jueves santo sin entrar en conflicto con la
iglesia”. Desde mi punto de vista el conflicto más serio no sería con la
iglesia, sino con el pueblo enfervorizado que se echa a la calle, unos por
devoción y otros por costumbre, pero todos con entusiasmo.
En conclusión, me parecen ganas de tocar las
narices.
El problema que le veo yo a esto del ateísmo
es que requiere tanta fe irracional como la creencia en lo divino y lo
sobrenatural, porque tan ajeno a la razón es afirmar la existencia de Dios como
negarla. Esto moviéndonos sólo en el terreno de lo puramente filosófico. En la
práctica, al igual que los creyentes pueden degenerar en formas macabras de los
acólitos de asociaciones ultraconservadoras tan del gusto de los dos anteriores
papas y de nuestra podrida conferencia episcopal (tómese como ejemplo extremo
el de Dª Gloria Casanova, profesora de doctrina social de la iglesia en cierta
universidad privada que profiere en su cátedra perlas como que las mujeres
violadas que queden embarazadas no han de abortar porque de algo tan terrible
como una violación sale un don de Dios, que es un hijo) una posición vital respetable
como es el ateísmo puede degenerar en lo siguiente:
Miren ustedes, a mí siempre me ha molestado que intenten hacerme comulgar con ruedas de molino, ya sea por parte de católicos, mormones, testigos de Jehová, musulmanes, judíos, ateos o quien sea. No veo la utilidad del ataque gratuito. Hay personas que al hablar de la iglesia sólo mencionan curas pederastas, monjas sádicas, obispos obesos, el opus dei, los legionarios de cristo, Rouco Varela y la cadena COPE. Si quiere conocer la iglesia dese una vuelta por la parroquia de su barrio, por su oficina de cáritas más cercana donde hay gente que vive su fe de un modo muy humano.
Un amplio sector de la iglesia católica
apesta, pero no pocos ateos salvajes también.
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