martes, 25 de diciembre de 2012

OTRA VEZ ES NAVIDAD (y II)


 Ayer noche seguí con gran interés el mensaje de navidad del rey y es el primer año que lo hago, pues francamente tenía curiosidad por cómo iba a desenvolverse con la que está cayendo. Lo cierto es que mi decepción fue supina, pero tampoco sé que demonios estaba esperando. El rey no pudo ser más anodino en su discurso: vagas expresiones de ánimo y una insólita recomendación sobre creer en la “política con mayúsculas”. Por favor, que alguien me indique por donde está esa política con mayúsculas, política de estadistas que pongan el interés de los ciudadanos por encima de todo. Que alguien me indique dónde está porque yo no la veo por ninguna parte. El Borbón, jefe de estado, se revela como un hombre de paja más, vendido al poder económico como todos los “hombres de estado” que se arrastran por las cloacas del poder. Ya ni los símbolos sirven para nada. No, si al final me volveré republicano por pura inercia de los acontecimientos.

 Esta mañana el día de Navidad ha amanecido gris y plomizo, pero un sol esplendoroso luchaba por brillar tras el manto de nubes. Creo que así es como están las cosas. Todo pinta mal, pero la gente de bien se sigue esforzando por poner al mal tiempo buena cara. Muchas personas viven la Navidad como una época para la esperanza. Para mí es un tiempo como los demás, pero se torna especial en tanto resulta significativo para otras personas, entre ellas algunas que quiero y en tanto resulta que tiende a sacar lo mejor de muchas personas. Este año hemos vuelto a poner el árbol y a mi hija le ha encantado. Por muy mal que vayan las cosas estoy aprendiendo a ser tolerante con la navidad, por lo menos en cuanto a lo que tiene de buen invento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

HITLER, EL INCOMPETENTE