Hace
unos meses tuvimos que cambiar de proveedor de huevos en la Comunidad
Terapéutica. Llevábamos la tira de años comprándolos a una pequeña explotación
local, pero la furibunda política de planes de calidad impuesta por las
administraciones públicas nos ha empezado a obligar a pagar a los proveedores
mediante transferencia bancaria a meses vencidos. Esta pequeña granja necesita
cobrar los pedidos en efectivo para poder disponer de liquidez y poder pagar
sus propios gastos. No factura tanto
como para poder diferir los cobros… o al menos eso decía su dueño. El caso es que tuvimos que suspender una
satisfactoria y prolongada relación comercial.
Hace pocos días, el dueño de esta granja pasó
por la Comunidad, en ronda de captación de clientes después de casi haber
tenido que cerrar. El motivo de su brusca caída: un sorpresivo cambio en las
normativas que obligaba a cambiar la totalidad de las jaulas de la granja por
nuevos modelos. Así, sin más. Llevas mucho tiempo en el negocio, sirviendo bien
a tus clientes y de un día para otro tienes que meterte las gallinas donde te
quepan pues no vas a tenerlas sin enjaular y de cualquier manera y las jaulas
nuevas te va a costar Dios y ayuda poder comprarlas. Cuando por fin las tienes
y te has quedado casi sin fondos, consigues que alguien te deje unas nuevas
gallinas a un precio más que de amigo y así, poquillo a poco, consigues empezar
a levantar cabeza. Esta ha sido (y aún está siendo) la odisea de esta pequeña
granja avícola de toda la vida. Una pequeña empresa, de esas que mantienen en
pie la economía real (la de pie de calle, la otra son las cuentas del Gran
Capitán). Esto de los planes de calidad, las normativas y los reglamentos está
bien, pero… ¿es realmente momento para cargar las tintas en este sentido? ¿Es
esta la manera de incentivar a las empresas, de reactivar la economía, de dar
un balón de oxígeno a esta sociedad cabreada porque nuestro malhadado gobierno
sólo nos machaca a recortes sin dar ni un motivo para la esperanza?
Los hospitales públicos de mi ciudad llevan
meses acusando escasez de material sanitario como si estuviésemos en medio de
una guerra o un desastre natural de proporciones bíblicas y las reducciones de
personal en esos mismos hospitales empiezan a rayar lo esperpéntico. A los
funcionarios se les quita la paga extra de Navidad… ¡abrase visto semejante putada! Es una brutalidad, es como meterle a uno una
cuchillada en el hígado. ¿Es esta la manera de salir de una crisis económica?
¿Matando ilusiones? ¿Cargándose a pequeños empresarios? ¿Precarizando el
servicio de los hospitales?
Este gobierno no cuida de sus ciudadanos, sólo
pretende mantenernos dentro de la Unión Europea y del Euro, sin que tengamos
una idea muy exacta de si eso es beneficioso a largo plazo o no o de si tiene
ventajas más allá de poder viajar a Francia o a Italia o si andas escaso de
fondos a Gibraltar y pasar la frontera sin pasaporte y sin necesidad de cambiar
moneda. Lo único cierto y palpable para todos es que nos están jodiendo bien y
que aún nos joderán más.
A propósito ¿para qué servirá todo ese dinero
que pretenden ahorrar con tanto recorte? ¿En qué lo reinvertirán? ¿O
simplemente desaparecerá? A usted y a mí nos van a subir los impuestos, el 1 de
septiembre sube el IVA y un diputado seguirá cobrando 1800 € mensuales que no
necesita de dieta por desplazamiento. ¿Así vamos a salir? Lo que es yo, no
salgo de mi asombro.
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