sábado, 4 de agosto de 2012

ASÍ LEVANTAMOS UN PAÍS...


 Hace unos meses tuvimos que cambiar de proveedor de huevos en la Comunidad Terapéutica. Llevábamos la tira de años comprándolos a una pequeña explotación local, pero la furibunda política de planes de calidad impuesta por las administraciones públicas nos ha empezado a obligar a pagar a los proveedores mediante transferencia bancaria a meses vencidos. Esta pequeña granja necesita cobrar los pedidos en efectivo para poder disponer de liquidez y poder pagar sus  propios gastos. No factura tanto como para poder diferir los cobros… o al menos eso decía su dueño.  El caso es que tuvimos que suspender una satisfactoria y prolongada relación comercial.

 Hace pocos días, el dueño de esta granja pasó por la Comunidad, en ronda de captación de clientes después de casi haber tenido que cerrar. El motivo de su brusca caída: un sorpresivo cambio en las normativas que obligaba a cambiar la totalidad de las jaulas de la granja por nuevos modelos. Así, sin más. Llevas mucho tiempo en el negocio, sirviendo bien a tus clientes y de un día para otro tienes que meterte las gallinas donde te quepan pues no vas a tenerlas sin enjaular y de cualquier manera y las jaulas nuevas te va a costar Dios y ayuda poder comprarlas. Cuando por fin las tienes y te has quedado casi sin fondos, consigues que alguien te deje unas nuevas gallinas a un precio más que de amigo y así, poquillo a poco, consigues empezar a levantar cabeza. Esta ha sido (y aún está siendo) la odisea de esta pequeña granja avícola de toda la vida. Una pequeña empresa, de esas que mantienen en pie la economía real (la de pie de calle, la otra son las cuentas del Gran Capitán). Esto de los planes de calidad, las normativas y los reglamentos está bien, pero… ¿es realmente momento para cargar las tintas en este sentido? ¿Es esta la manera de incentivar a las empresas, de reactivar la economía, de dar un balón de oxígeno a esta sociedad cabreada porque nuestro malhadado gobierno sólo nos machaca a recortes sin dar ni un motivo para la esperanza?

 Los hospitales públicos de mi ciudad llevan meses acusando escasez de material sanitario como si estuviésemos en medio de una guerra o un desastre natural de proporciones bíblicas y las reducciones de personal en esos mismos hospitales empiezan a rayar lo esperpéntico. A los funcionarios se les quita la paga extra de Navidad…  ¡abrase visto semejante putada!  Es una brutalidad, es como meterle a uno una cuchillada en el hígado. ¿Es esta la manera de salir de una crisis económica? ¿Matando ilusiones? ¿Cargándose a pequeños empresarios? ¿Precarizando el servicio de los hospitales?

 Este gobierno no cuida de sus ciudadanos, sólo pretende mantenernos dentro de la Unión Europea y del Euro, sin que tengamos una idea muy exacta de si eso es beneficioso a largo plazo o no o de si tiene ventajas más allá de poder viajar a Francia o a Italia o si andas escaso de fondos a Gibraltar y pasar la frontera sin pasaporte y sin necesidad de cambiar moneda. Lo único cierto y palpable para todos es que nos están jodiendo bien y que aún nos joderán más.

 A propósito ¿para qué servirá todo ese dinero que pretenden ahorrar con tanto recorte? ¿En qué lo reinvertirán? ¿O simplemente desaparecerá? A usted y a mí nos van a subir los impuestos, el 1 de septiembre sube el IVA y un diputado seguirá cobrando 1800 € mensuales que no necesita de dieta por desplazamiento. ¿Así vamos a salir? Lo que es yo, no salgo de mi asombro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

HITLER, EL INCOMPETENTE