domingo, 16 de septiembre de 2012

EL ARTE RECICLADO DE VIK MUNIZ

 Me gusta el arte bajo formas muy diversas y soy aficionado a ir a exposiciones cuando tengo la oportunidad. No tengo un gusto definido, pues me interesan muestras muy dispares, ni tampoco me las doy de entendido tratando de interpretar lo que este o aquel artista pretende expresar con unas cuerdas y unos trozos de papel de estraza pegados sobre un lienzo y salpicados de manchas de pintura acrílica. El arte es para mí una experiencia fundamentalmente emocional y me centro en los sentimientos que me produce la contemplación de una obra, incluso de esas ante las que los necios dicen “¡pero si eso lo hago yo!”. “Puede ser” digo yo para mi capote “pero el caso es que ese tipo se puesto a elaborar las obras, se ha movido, ha buscado patrocinio y ha expuesto, por eso él es un artista y tú un idiota”. Por lo demás… para gustos, los colores.

 Hace unos días pasaba por el CAC (Centro de Arte Contemporáneo) de Málaga y me mentí a curiosear y me encontré con la obra de uno de tantos artistas que no conocía: Vik Muniz. Un brasileño afincado en Nueva York que eleva el reciclaje a una nueva dimensión. Nada más entrar a la exposición se encuentra una enorme fotografía de un mapamundi formado con material informático de deshecho.  Puede que alguien lo vea como un montón de basura, pero a mí me impresionó: un mundo globalizado cubierto por los desperdicios de la maquinaria que organiza nuestras vidas. Una visión grotesca y repulsiva… porque el arte no tiene por qué ser bello, a diferencia de lo que cree mucha gente. El arte es expresión y no todo lo que se ha de decir es bonito.

 Poco he podido encontrar en Internet sobre la vida de Vik Muniz, más que nació en Sao Paulo en 1961 y que empezó su carrera artística como escultor. Sin embargo viendo una muestra de su obra se puede adivinar que es una persona excepcionalmente inquieta, con una gran energía y sensibilizado con las realidades sociales  más extremas. Les pongo un botón de muestra. El hombre representado en la obra a la izquierda de estas líneas se llama Carlâo y es uno de los cientos de seres humanos que rebuscan en la basura amontonada en el Jardim Gramacho de Río de Janeiro, uno de los mayores vertederos del planeta. Hay una película que se presentó en la categoría de documentales del festival de cine de Sundance de 2010, titulada “Wastelands” en la que se refleja la realidad de las personas que viven de la basura en Río y que Muniz plasmó en una serie de obras de gigantesco tamaño realizadas con basura que luego se fotografían para poder ser expuestas. En la película se ve también el proceso de elaboración de estas obras.

 El arte de Muniz es comprometido, apasionado y que no deja indiferente. Aparte de materiales desechados usa comida y otros materiales perecederos para crear obras que luego fotografía para poder inmortalizarlas. Juega con nuestra percepción y nos bombardea con imágenes bellas unas, perturbadoras otras, unas familiares al estar sólidamente plasmadas en el inconsciente colectivo, sólo que abordadas de forma nueva y otras absolutamente originales.

 Esto es arte con mayúsculas.

 Recomiendo la visita a esta muestra. Se quedará en el CAC de Málaga hasta el 2 de diciembre. Muniz es del tipo de artista que prefiero, retratista y cronista del mundo que le rodea y no intimista y centrado en su propio ombligo, pero ya se sabe, sobre gustos no hay nada escrito, pero para mí el intimismo es algo así como la masturbación. Al final aburre.


3 comentarios:

  1. Cuando baje a Málaga por el puente del Pilar, seguro que iré a verla. Tiene muy buena pinta. Espero que esteis todos bien. Un abrazo desde ZGZ.Fernando.

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  2. "El intimismo es algo así como la masturbación" jajajaja excelente!

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  3. "El intimismo es algo así como la masturbación" jajajaja excelente!

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